domingo, 22 de noviembre de 2009

Enrique Lynch no rectifica. ¿El País toma nota?

La defensora del lector del diario El País se ha hecho rápido eco del rechazo que ha provocado el artículo de Enrique Lynch en la sección de opinión el pasado día 19. Nos felicitamos por ello, aunque el autor persista en sus argumentos próximos al delirio, según explica la propia defensora, que reproduce sus palabras: "Ya me imaginaba que este texto desataría todas las formas posibles de la necedad. ¿Cómo puede ser que alguien presuma que puedo justificar la violencia contra las mujeres? ¿Acaso he demostrado yo ser un estúpido en los centenares de artículos y en casi una docena de libros que he publicado?", me responde. "Lo único que digo es que hay que entrar en las causas profundas de esa violencia", dice, y se reafirma en que las mujeres (y no los hombres) son las responsables, por freudianos mecanismos del complejo de Edipo, de la mentalidad de sus hijos.
Continúa sin extrañarnos, por desgraciadamente habitual, que existan tales opiniones. Las hemos esuchado y leído en la calle, y en determinados medios de comunicación. Como bien concluye el texto de la defensora del lector: No es función de la Defensora juzgar las decisiones sobre qué artículos deben publicarse, pero sí dejar constancia del gran malestar generado y transmitir a la dirección la opinión de las lectoras -y también de muchas redactoras- que consideran que ese artículo nunca debió publicarse en EL PAÍS. No porque el feminismo o esa campaña en concreto no puedan ser criticados, sino por el tipo de argumentos utilizados en este caso. El artículo ha herido una sensibilidad que forma parte del núcleo central de la identidad de este diario.
Nada que objetar a esta última frase, que resume a la perfección el sentimiento nos provocó la lectura de ese artículo en El País. Insistimos en que no se trata de un asunto de libertad de expresión, sino de ética y estética periodística. No nos imaginamos a ese periódico acogiendo posturas negacionistas de los grandes genocidios de la historia, apologías del terrorismo o burlas hacia las víctimas de cualesquiera crímenes. La violencia de género es hoy día el mayor problema de índole penal (aunque no sólo de índole penal, por supuesto) de la sociedad española, mucho más grave que el terrorismo o los accidentes de circulación, por poner dos de los ejemplos más llamativos que ocupan titulares en la prensa. Confiamos en que la dirección de El País tome nota y trate con más respeto a sus lectoras y lectores.
Y en cuanto a Enrique Lynch, si quería de alguna manera jugar al enfant terrible, ni siquiera eso ha conseguido. Dentro de unos días nadie se acordará de él. Y sus tristes e irracionales balbuceos sólo habrán servido para unirnos aún más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mi me pareció un buen articulo, y me parece que ha dado en el clavo. Ya se sabe, el que se pica...

Anónimo dijo...

A mí también me pareció un buen artículo pero ya se sabe "la conjura de los necios".

Ada dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Cuarto propio, es mas he mandado una carta al El Pais mostranto mi rechazo total al articulo de señor Lynch.

Anonimo: sois un verguenza para nuestra sociedad los hombres que piensan como el señor Lynch.